DOCENTES COMPROMETIDOS
EL COMPROMISO ÉTICO DEL DOCENTE
El
enfoque transversal conlleva
cambios en todos
los elementos implicados
en la tarea
educativa. Señalé, líneas arriba,
que un actor fundamental es el docente, pues tiene que comprometerse a ir más
allá de la mera trasmisión de conocimientos, ser portador del proyecto
educativo de su escuela, es decir, de los valores que
pretende introyectar en
el proceso de
enseñanza-aprendizaje. Por lo
tanto, él tiene
que ser el
primer convencido de lo que enseña, por qué y para qué lo hace.

Es en este
punto donde se
hace pertinente plantear,
a manera de
deberes mínimos, lo
que los docentes deberían de asumir para enfrentar
los retos de su profesión así como las demandas sociales. Esta propuesta se
basa más que
en cualidades, en
compromisos asumidos consciente
y críticamente por
el docente. Francisco Esteban
trabaja un contrato moral del docente, que he preferido denominar compromiso
ético. En la
siguiente cita este
autor sostiene que
la función primordial
del docente a
nivel social no
se ha modificado, aunque el ejercicio del
magisterio actualmente demanda otras cosas.
Las implicaciones de firmar un compromiso ético con la educación abarcan una actuación
constante y coherente con ciertos principios, pues la percepción del alumno sobre su profesor lo influye de
una determinada manera. El docente debería ser explícito con sus alumnos e integrar y atender a todos en
el aula sin excepción alguna.
Otra responsabilidad derivada del compromiso ético es la participación en proyectos institucionales
y comunitarios que busquen beneficios colectivos, lo cual requiere tener disposición para resolver
problemáticas afines al cuerpo docente, llegar a acuerdos y dirimir diferencias de manera profesional
mediante el uso del diálogo. El sentido de pertenencia hacia la institución donde se labora también es
fundamental.
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